viernes, 20 de enero de 2012

versos que recordar en los glaciares días de Enero.

Hace tiempo que no actualizo, estoy de exámenes, no tengo tiempo ni para escribir...pero prometo volver en Febrero. De momento me estoy dedicando a leer y vivir...quiero tener un periodo de vivencia y volver a tomar la pluma cuando tenga algo que contar que no sea una tontería (para eso ya tengo TWITTER).

Todo artista para concebir su engendro antes tiene que haber vivido,amado, odiado, llorado, muerto y vuelto a nacer...aún me queda muchas de esas cosas por hacer. Prefiero esperar...

De momento sigo rescatando textos que nunca vieron la luz.

En este caso uno de cuando tenía 15 años y empece a enamorarme del que sería mi amante y compañero de aventuras (es un eufemismo, lo sé). Se nota el tono empalagoso, disculparme, tenía influencias de románticos empedernidos y quería vivir como ellos, ahora, la universidad me está permitiendo explorar mi etapa más realista, expresionista y neorrealista. El romanticismo se quedó en ese cuaderno donde apuntaba citas de Frankestein y en ese colchón donde por primera vez hice el amor (no confundir con el acto animal de follar, es diferente)

Dejo de hablar de mi. Y os deseo que conviváis con armonía con el Universo y disfrutéis de cada cosa que hagáis (aunque sea estudiar) en esta glaciar tarde de Enero.



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No llores por mí. Lanza en un suspiro un beso al aire.

Que aterrice aquí, que me haga sentir, que la distancia apenas existe.

Acuestate junto a mí, sonrieme con tus ojos, enséñame a dormir sin pesadillas.

Dime por un momento que me quieres.

Detendremos el tiempo en la habitación, nos daremos más besos que estrellas en el cielo, para demostrarle a la luna que corremos más que el viento.


No te vayas de aquí. No me dejes sin tu calor.

No quiero tocar esas sábanas, para sentir que nunca has estado en mi cama. Que solo son palabras lo que duermen en mis suenos. Palabras con las que construyo un mundo en el que nunca viviremos.


Lo sé. Nada más somos algo que busca sin encontrar.

Busca el mapa de la felicidad. Y solo encontramos más.

Más palabras inútiles.

Palabras que son abrazos.

Palabras que son besos.

Palabras que son caricias.

Palabras....(*)


Si de verdad las distancias fueran imperceptibles, me acostaria siempre rodeado de tu calor, de tus mimos , de todo lo que tienes que me hace seguir vivo.


A pesar de que vives a 130.000 metros de aquí.

A pesar de que no nos rozamos ni en sueños.

A pesar de que nuestra esencia es la misma.

Y nuestros latidos son un mismo corazón.